Bueno, bueno, bueno, menuda carrerita hemos tenido en Hungaroring. Pasadita por agua, un poco de fuego (por un microsegundo Heidfeld me ha recordado a Nikki Lauda) y una polémica más, en esta ocasión el creo que muy estricto drive-through que le han endosado a Hamilton. En otras ocasiones, y no hace precisamente mucho, el inglés se mereció sanciones, pero me parece que la de hoy tiene mucho de exceso de celo; sí, pudo ser menos peligroso su regreso a pista (de la que no había salido tras el trompo, por cierto), pero no podía hacer mucho más. Esto de sancionar recordando más el pasado reciente que valorando las circunstancias del presente es de esas cosas que no me gustan nada de la FIA.
Pero, lo dicho, menuda carrerita la de hoy. Hemos tenido emoción prácticamente hasta las ocho o nueve vueltas finales. Y, a pesar de mis temores y sospechas por lo que iba sucediendo en pista, no ha habido ningún safety car. Y eso que oportunidades de sacarlo las ha habido: por ejemplo, la mala situación del coche en llamas de Heidfeld justo a la salida de boxes. Pero el mal tiempo ha permitido una carrera mojada pero no pasada de agua, con muchos adelantamientos, posiciones que se iban alterando en casi cada vuelta y un carrerón de Button, que parece especializarse en este tipo de situaciones, y, sin órdenes de equipo por medio, se ha aprovechado del error de Hamilton con su trompo y ha mantenido el liderazgo en pista hasta el final. Y, con o sin error de Hamilton, ha sabido gestionar bien sus gomas, algo que en Ferrari parece que no han conseguido.
El tercer puesto de Alonso ha ido de un pelo, pues calzaron gomas de seco justo cuando empezaba la última tanda de lluvia. La pericia de Alonso al volante, las circunstancias de una pista en ebullición y un poco de suerte han permitido a Alonso subirse al podio cuando parecía misión imposible. Por su parte, qué discretitos han estado hoy los Red Bull: Vettel ha alternado su impetuosidad habitual con un cierto conservadurismo a medida que la carrera se desarrollaba y ha terminado el Gran Premio de Hungría siendo más líder (85 puntos frente a los 77 iniciales). Webber sigue sin mejorar. Massa, fiel escudero y poco más, aunque en mi opinión su crédito en Maranello no debería durar mucho más. Por detrás, de todo un poco. Alguersuari se lleva un punto, pero que no se confíe: hoy Buemi le ha ganado claramente la partida, tras su espectacular remontada (salía 23º y ha terminado 8º). Pésima carrera la de los Mercedes, que no han estado finos y se cuela un Force India, el de Paul Di Resta entre los diez primeros. De los demás, mejor no comentar gran cosa.
Nos vamos de vacaciones con la sensación de que Ferrari ha quemado sus últimos cartuchos y que deben de pensar ya y d emodo urgente en el coche de 2012. Y, especialmente, con la certeza de que Red Bull tiene ya un fiero competidor en McLaren. Queda mucho campeonato y en Red Bull deben estar tranquilos, pues la diferencia es abultada y sólo tienen que gestionar bien esa diferencia en ambas clasificaciones. Pero en Spa puede, o bien rematarse el campeonato, o bien producirse el inicio de una lucha más reñida. Todo está en manos de Vettel, de momento. Quizá el nerviosismo de las últimas carreras se atempere con las vacaciones de agosto.
Y vamos ya con las clasificaciones:
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