Carrera larga, demasiado: 61 vueltas de un circuito urbano de 5km son muchas, especialmente para eso, para ser un circuito urbano. Menos adelantamientos que en otros Grandes Premios anteriores (y aún así ha habido unos cuantos, destacando Hamilton en esas lides), una carrera tópica, diría que aburrida (agudizado ese aburrimiento precisamente por su excesiva longitud), sólo el coche de seguridad en el ecuador de la misma nos ha deparado algo diferente, rompedor con la monotonía. Vettel ha salido volando y en nueve vueltas ya sacaba diez segundos de ventaja a su inmediato perseguidor, Button. Esa ha sido la pareja de baile, la que realmente ha pugnado por llevarse el trofeo a casa. Por detrás, un Webber pésimo en la salida (ya es marca de la casa en este 2011) ha jugado al gato y al ratón con un Alonso que fue de más a menos (el coche no daba más de sí y el cambio de neumáticos unas vueltas antes del choque de Schumacher no le benefició). Por su parte, un agresivo Hamilton ha pagado con un drive-through un acelerado pilotaje, pero lo cierto es que nos ha deparado los momentos de mayor tensión en esta, de por sí poco intensa, carrera. Los demás, psé, más o menos como han ido saliendo en la parrilla, pero sin que tampoco pareciera que sus evoluciones en la carrera interesaran a la realización televisiva del evento.
En resumidas cuentas, comodísima victoria de Vettel, que quizá empezó a pasarlas un poco canutas en las últimas vueltas con un Button que apretaba de lo lindo (le salvaron los coches doblados, en cierto modo). Y se asegura, a falta de conseguir un punto, el título, que revalida con absoluta autoridad (9 Grandes Premios ganados hasta ahora en una temporada, igualando la marca de Mansell y Schumacher, y seguro que superándola). Se lo ha llevado casi todo Vettel hoy: pole, carrera, líder en todas las vueltas, sólo le faltado la vuelta rápida que Button se ha quedado como particular premio de consolación (además de ponerse de nuevo segundo en el campeonato). No le tose nadie, sigue teniendo la misma hambre de ganar que cuando empezó en Australia hace seis meses, y no se va a conformar con llevarse el título en Japón. Quiere más, mucho más. Va a ser el bicampeón más joven de la historia de la competición y sigue queriendo mostrar el dedo índice cuando acaba las carreras. Es intratable este muchacho. Sus inmediatos rivales, campeones también (Alonso, Hamilton, Button) apenas pueden hacer nada, sólo rendirse a la evidencia y preparar el coche de 2012. Ferrari a ver si mejora, que está claro que este 2011 es una de sus más absolutas decepciones; McLaren se ha estancado y se han invertido las tornas, con un Hamilton irregular y un Button en alza (deben de volar las dagas florentinas en Woking); Mercedes también parece cansada, Renault lleva varios Grandes Premios sin rascar bola, luchando con equipos con una cierta alza (Force India, Sauber), mientras el resto de escuderías sólo molestan, digámoslo claramente.
Me gustaría terminar esta crónica con una anécdota, unos comentarios más bien, que han deparado los comentaristas de TV3 a la audiencia catalana (paso de la Sexta y sus insufribles pausas publicitarias, por no hablar de Lobato). El equipo que dirige Josep Lluís Merlos están que se sale con un magnífico año como comentaristas de la F1 en la televisión autonómica catalana. Con buenos comentaristas al lado de Merlos (Joan Villadelprat, toda una institución en la F1, Francesc Latorre, Francesc Rosés e incluso Laia Ferrer, que aporta comentarios interesantes y rompe con esa imagen de la chica mona a pie de pista esperando las declaraciones de los pilotos, ¡bravo!), en TV3 llevan unos últimos años haciendo bien las cosas, con una única pausa publicitaria, comentando con criterio y sin que se les note demasiado el plumero (capisci, Lobato?); quizá se les nota la terra en el caso de Alguersuari, pero no dan constantemente la vara. Hoy, en una carrera aburrida, de pronto Merlos comentaba que ya se habla de países que se han puesto en contacto con Ecclestone para ofrecer sus circuitos para futuros Grandes Premios. Lo de cada año, vamos. Los países que más suenan son Rusia y Sudáfrica (un retorno en este caso). Y, según Merlos, un reportero belga ya había escrito una crónica con la posibilidad de que el reino de Syldavia pueda ofrecer un Gran Premio en el futuro; su rey, Ottokar, ya había hecho la invitación pertinente, e incluso se comentaba que un cierto capitán Haddock había invitado al padre de Jenson Button a vr juntos la carrera en Syldavia compartiendo una buena botella de whisky, pues ambos tienen gustos similares. Ante las risas del resto de comentaristas, Merlos ha desmentido inmediatamente la noticia, asegurando que, en todo caso, quien tenía auténticas opciones de organizar un Gran Premio de Fórmula 1 sería Borduria y que ya veía al mariscal Plekszy-Gladz entregando la copa al final de la carrera. Como tintinófilo, os podéis imaginar la carcajada que he soltado en ese momento...
Y vamos ya con las clasificaciones: